La FUSADES y la UFG, junto a un equipo de especialistas, presentaron sus propias proyecciones sobre el avance del covid-19 en El Salvador.
En un período de 60 días, los casos de covid-19 en El Salvador oscilarán entre un mínimo de 5,175, y un máximo de 62,710, según las proyecciones presentadas por un equipo multidisciplinario en el que participaron también expertos de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES) y de la Universidad Francisco Gavidia (UFG).
En un escenario moderado, habría 5,175 personas infectadas con el virus, de las cuales 1,965 requerirán hospitalización, y 167 requerirían cuidados intensivos (uci), y morirían 9, explicó el director del Instituto de Ciencias Tecnología e Innovación de la UFG, Óscar Picardo.
En un escenario crítico, los contagios llegarían a 62,710, con 16,926 hospitalizaciones, 1,089 personas que requerirán ingreso a unidad de cuidados intensivos y 34 fallecidos.
Estos cálculos están hechos con base en el modelo SEIR, que considera individuos susceptibles, expuestos, infectados y recuperados, y toma como base los primeros 60 días desde que, el pasado 18 de marzo, se reportó el primer caso positivo de covid-19 en el país.
Este trabajo es el resultado de la denominada «Iniciativa El Salvador covid-19», en la que participa un equipo multidisciplinario de profesionales, explicó la directora del Departamento de Estudios Sociales de FUSADES, Helga Cuéllar, y aclaró que este enfoque no pretende competir con otros puntos de vista, sino ayudar a pensar mejor las opciones de política pública para enfrentar esta pandemia de una manera más exitosa.
Los objetivos de dar a conocer estos datos, dijo, son: comprender cómo podría evolucionar la enfermedad según diferentes escenarios de riesgo y parámetros ajustados al país; proporcionar información basada en evidencia sobre los efectos posibles de la pandemia en la salud de la población; y generar conocimiento para la toma de decisiones en las políticas sanitarias y económicas ante la crisis.
Picardo hizo énfasis en la brecha entre la necesidad de camas y profesionales de la salud que se generará por la pandemia y la capacidad actual del sistema público.
En el peor de los escenarios, dijo, serán necesarias 16,926 camas, y el sistema solo cuenta con 6,557. En cuanto a las camas de uci, serán requeridas 1,089 pero solo hay 238. Hará falta 2,821 médicos generales, que dejará a pocos disponibles, de entre los 3,587 con que cuenta el sistema, para atender otras patologías.
La carencia será mayor en cuanto a intensivistas, pues hay 60 y harán falta 272. De las 4,605 enfermeras en el sistema, calculan que 4,232 deberán dedicarse exclusivamente a atender el covid-19.
La iniciativa recomienda articular esfuerzos con el sector privado, tanto en la atención como en la aplicación de las pruebas del covid-19, entre otras propuestas (ver recuadro siguiente ).