Los transportistas exigen al Gobierno y piden a los diputados que les aprueben ajustar el subsidio del transporte público de $400 que reciben por cada autobús están solicitando $1,200; y de $200 que el Gobierno les entrega por cada unidad de microbús solicitan $600.
William Cáceres, uno de los representantes del sector señaló que en este momento es insostenible seguir trabajando con lo que el Ejecutivo les ha venido entregando de subsidio, debido a que deben implementar medidas de bioseguridad para evitar los contagios.
Ayer se venció el decreto legislativo que les otorgaba dicho beneficio y ahora no cuentan con ningún respaldo legal para seguir cobrándolo, por lo que se abocaron a la Asamblea para tratar de resolverlo.
“La propuesta que hemos hecho es que este sector no puede continuar laborando sino se le hace un ajuste, la propuesta va enmarcada en $1,200 para autobuses y $600 para microbuses y a eso hay que agregar un bono para poder cumplir con los protocolos de salud que en el futuro inmediato se les puede dar por la operatividad con la que iniciará el sector transporte”, afirmó Cáceres.
Según dijo, desde el 20 de marzo están cumpliendo con todas las disposiciones del Gobierno pero que a la fecha no tienen equilibrio económico que les permita seguir operando con las condiciones que tenían.
“El 20 de marzo nos dicen que trabajaremos solo con usuarios sentados y no parados. El 4 de abril que había que bajar al 50% el servicio de transporte, también con usuarios restringidos. El 7 de mayo se nos paraliza totalmente, hagan la lógica como hemos venido, prácticamente derrumbados, porque no hay recaudo y los bancos están esperando de las deudas que se tienen, estamos hablando con los bancos cuales será el mecanismo de apoyo. El sector no está en la capacidad económica para cumplir los pagos al sector financiero”, puntualizó Cáceres.
Por su parte, Genaro Ramírez, también del sector transporte, manifestó que el Gobierno ha tenido un doble discurso con el sector transporte. Denunció que mientras a ellos los tienen paralizados, el Ejecutivo paga lo que quiere a otros empresarios que andan moviendo personal amontonados y propiciando el contagio del COVID-19.
“Lamentamos que se tenga un doble discurso, tampoco les importa que se impacte, vemos cómo andan transportando gente en buses y microbuses hacinados, mientras se tiene al sector paralizado por una simple decisión del Ejecutivo, es un doble discurso, no se quiere ayudar ni al pueblo ni al transportista. Están cobrando lo que les da la gana”, señaló Ramírez.
De acuerdo a las fases de apertura económica que ha girado el Gobierno a través del Ministerio de Salud Pública, el transporte público comenzará a circular a partir de este 7 de julio en la segunda fase, sin embargo, el ministro de Salud, Francisco Alabí, ha dejado entrever que por el alza de los casos positivos y la letalidad es posible que la fase 2 no arranque en la fecha estipulada.
Otro punto que no aclararon los transportistas es si el Ejecutivo les siguió cancelando el subsidio al transporte público durante los meses que no han prestado el servicio.
Ramírez expuso que si el Gobierno tiene desconfianza de entregarles un ajuste tarifario como el que solicitan, que sea el Ejecutivo el que lo traslade directamente a la población y que se les permita a los buseros cobrar la tarifa que, según estudios, deberían cobrar sin subsidio. Anteriormente, han hablado que esta podría rondar en $0.60 centavos de dólar por pasajero.