Los ventiladores mecánicos que fueron robados y recuperados en Miami no son parte del lote que Estados Unidos entregó a El Salvador esta semana, confirmó el embajador de esa nación en El Salvador, Ronald Johnson.
“Ha habido mucha confusión sobre los ventiladores robados, así que déjenme darles los hechos y déjenme ser perfectamente claro”, comentó Johson el jueves 27 de agosto por la tarde. “Los ventiladores que estamos donando hoy no son parte de los ventiladores que fueron robados.
Hoy estamos donando 158 ventiladores de un lote separado”, agregó el embajador.
El Presidente Nayib Bukele llamó directamente a su homólogo en los Estados Unidos, Donald Trump, para exponerle la solicitud de donación de 600 ventiladores mecánicos. Estos instrumentos son esenciales para salvar la vida de los pacientes graves contagiados del COVID-19.
Johnson ahondó en detalles: el 26 de mayo, entregaron 250 ventiladores. Después, el ocho de agosto, reportaron el robo de otro lote diferente de estos aparatos, que luego fue recuperado el 20 de agosto.
El mismo Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) detalló que el lote robado iba en ruta hacia El Salvador, es decir, todavía no habían arribado al territorio.
Los 158 ventiladores que se recibieron el jueves en un evento oficial son un segundo lote, uno separado. “En las próximas semanas, la tercera y última entrega de 192 ventiladores serán enviados a El Salvador: estos son los robados” y recuperados, concluyó Johson. De acuerdo al FBI, el lote final está valorado en US$3 millones. En tanto, para los dos anteriores se calcula un valor de entre US$6 y US$7 millones.
El Presidente Nayib Bukele criticó las interpretaciones equívocas que se han hecho del evento.
Recordó que en Gobiernos anteriores sí se ha comprobado el robo de donaciones: fondos para los damnificados por los terremotos del 2001, dotaciones de abono, entre otros. “El ladrón juzga por su condición”, dijo el Presidente Bukele, en alusión a los personajes que han sugerido un mal manejo por parte del Gobierno.
“El Salvador era el país beneficiario, pero no tenía nada qué ver con ese caso. No podía el Gobierno de El Salvador pronunciarse por una donación que no ha recibido”, señaló además el mandatario.
