El ministro de Gobernación, Mario Durán; el encargado de negocios de la Embajada de los Estados Unidos en El Salvador, Brendan O’Brien, y el director General del Cuerpo de Bomberos, Edwin Chavarría, participaron este viernes de una ceremonia especial en honor a la memoria de los 343 bomberos que ofrendaron sus vidas cumpliendo con su trabajo, durante el atentado terrorista ocurrido en el World Trade Center de la ciudad de Nueva York, el 11 de septiembre de 2001.
El acto inició con una invocación a Dios rogando la fortaleza a las familias de los elementos fallecidos, la cual estuvo a cargo del pastor y bombero salvadoreño, Joaquín Tobar Calderón.
«Ante Dios, el trabajo del bombero es honroso», dijo el pastor y agregó: «la fortaleza para aquellas familias de los bomberos que ofrendaron su vida en aquel 11 de septiembre proviene de Dios».
Posteriormente se realizaron actos de protocolo que incluyeron la entonación de los himnos nacionales de El Salvador y Estados Unidos, seguido de un minuto de silencio a la memoria de los fallecidos, la presentación de una bandera con los nombres de los 343 fallecidos, a cargo de la tropa del Cuerpo de Bomberos; así como de una ofrenda floral, por las autoridades. Ambas muestra de respeto se realizaron ante el Monumento de Honor a los Bomberos Salvadoreños.
«A estos 343 héroes póstumos aún los lloran sus seres amados, y así también enaltecen su ejemplo y entrega», dijo el ministro Durán.
«Hoy conmemoramos esa entrega y exposición de la vida que atravesaron valientes seres que ofrendaron 343 almas en aquel fatídico 11 de septiembre de 2001», agregó.
Por su parte, O’Brien, reconoció que «ese día, la vida de las personas cambió para siempre, ya que casi 3,000 perdieron sus vidas en Nueva York, Washington y Pensilvania».
«Durante esta tragedia sin precedentes, cientos de personas corrieron hacia el peligro para ayudar: bomberos, policías y civiles trabajaron día y noche en un esfuerzo por salvar vidas», completó el diplomático estadounidense.
Esta ceremonia también se realizó en solidaridad con la Fundación «Gear Up», que fue fundada en 2002 por Vincent Forras, un bombero voluntario que acudió al llamado el día del desastre y atendió el suceso ocurrido en las que fueron conocidas como Torres Gemelas, donde casi pierde la vida.