El Gobierno del Presidente Nayib Bukele no permitirá un incremento arbitrario al pasaje en el transporte público, que vaya en detrimento de la economía de millones de salvadoreños que se movilizan a diario en los autobuses y microbuses.
Por ello se han intensificado los controles viales para verificar que se cumpla con la tarifa establecida y sancionar a los que infringen.
Los equipos del Viceministerio de Transporte en coordinación con agentes de Tránsito de la Policía Nacional Civil (PNC) mantiene retenes en diferentes zonas del país para verificar que se cobre la tarifa autorizada.
Usuarios de las unidades de transporte denunciaron que en algunas rutas se les estaba cobrando una tarifa superior a la permitida por el Viceministerio de Transporte.
Los puestos de control son instalados aleatoriamente en diferentes horas, por lo que a los encargados de las unidades a quienes se les comprueba cobrando más del pasaje se les aplica con rigurosidad las leyes.
Las sanciones van desde una multa económica, suspensión del subsidio al pasaje y se puede llegar hasta la cancelación del permiso de línea, de acuerdo a la gravedad de la falta que sea comprobada.
El 70 % de la población salvadoreña se moviliza en el transporte público, por lo que el Gobierno entrega un subsidio económico a los transportistas que implica el pago de $400 por autobús y $200 por microbús, cada mes.
El subsidio entregado por el Gobierno es para que los transportistas no incrementen la tarifa y a cambio deben de brindar un servicio eficiente para los usuarios de sus unidades, además, cumplir con estándares de seguridad en cuanto al mantenimiento mecánico de los autobuses y microbuses.