Mark David Chapman, asesino del legendario cantante John Lennon, se ha disculpado ante su viuda, Yoko Ono, 40 años después del crimen, informa la BBC. «Solo quiero reiterar que lamento mi crimen», pronunció el hombre ante la Junta de Libertad Condicional de Nueva York que le denegó la undécima petición de libertad condicional el mes pasado.
Chapman confesó haber cometido el asesinato porque buscaba fama y declaró que merecía la pena de muerte por su «acto despreciable». «No tengo excusa», reiteró el reo, agregando que acepta el hecho de que pueda pasar el resto de su vida en prisión. «Creo que es el peor crimen que puede haber, hacerle algo a alguien que es inocente».
«Era extremadamente famoso. No lo maté por su carácter o la clase de hombre que era. Era un hombre de familia. Era un ícono», dijo el criminal. «Lo asesiné […] porque era muy, muy, muy famoso y esa es la única razón y yo estaba buscando mucho, mucho, mucho, mucho la gloria personal, muy egoísta», aseguró Chapman.
«Quiero agregar eso y enfatizarlo bastante. Fue un acto extremadamente egoísta. Lamento el dolor que le causé a ella [Yoko Ono]. Pienso en ello todo el tiempo», concluyó.
El asesinato
David Chapman mató a tiros a Lennon la noche del 8 de diciembre de 1980 a la entrada del edificio donde vivía el antiguo integrante de los Beatles en Nueva York, solo unas horas después de que el cantante le firmara un disco. Actualmente, el criminal, de 65 años, que afirmó anteriormente que hace tiempo dejó de ser el joven problemático que disparó a uno de los músicos más famosos del mundo, cumple una pena de entre 20 años y perpetua en la prisión correccional de Wende, en el oeste de Nueva York, después de declararse culpable de asesinato en segundo grado.