Su nombre vuelve a sonar por una petición que parece imposible en tiempos de plataformas streaming: quiere que los portales de cine para adultos borren sus imágenes. Aunque en el pasado firmó el consentimiento para que las publicaran, Mia Khalifa hoy implora para que ya no estén disponibles.
Hay uno por el que los consumidores de producciones XXX la recuerdan: la ex actriz grabó un video con el hijab puesto, decisión que marcó su vida, pues desde entonces vive amenazada por creyentes radicales, que la consideran infiel, impura e irrespetuosa.
“Las amenazas de muerte son emocionalmente paralizantes, no me he sentido segura en años ni yendo a un almacén sola”, dijo meses después en una entrevista. Hoy, con 27 años, es madre de dos hijos y está casada con un chef norteamericano. Vive en Estados Unidos y, tras graduarse en historia, aspira a hacerse un lugar en el periodismo deportivo.
Bajar los videos que le dieron una popularidad tiene otra intención: portan una denuncia contra la manipulación y explotación de la mujer en la industria del porno. Khalifa ha dicho en varias ocasiones que el día que grabó las escenas con el tradicional atuendo árabe pensó que iba para una sección de fotos con un profesional de la revista Vogue. La presión de un enorme equipo de producción, liderado por hombres, la indujeron a cometer el error del que se arrepiente profundamente.
Recientemente, en la web Change más de un millón de personas firmaron la siguiente petición: “el infame video de la hijab ha significado amenazas de muerte del ISIS, que han apuntado contra Mia desde el lanzamiento, en 2014, hasta hoy. Mia asiste a terapia de manera constante por el trauma, el estrés que le causó y las consecuencias del bullying”.
La pelea de Khalifa no es solo contra el video que la puso en el ojo del huracán de su país. Desde hace unos años viene denunciado a Bang Bros, la productora que presuntamente sigue explotando su imagen, pues los videos continuan siendo consumidos a pesar de lo que representan para ella.
La libanesa ha sostenido que luchó “toda su infancia con el sobrepeso y nunca me sentí atractiva o digna de la atención masculina”. Y precisamente incursionó en el porno en busca de aceptación. Ahora arrastra su pasado y quiere que la campaña “Justice for Mia” le den la tranquilidad de vivir sabiendo que sus videos ya no están en la incontrolable nube.
En junio de 2018, Khalifa fue noticia en Colombia porque circuló una cadena de whatsapp que sostenía que era hija no reconocida del entonces candidato presidencial Gustavo Petro, que se enfrentó en segunda vuelta a Iván Duque.