La crisis del coronavirus muestra una vez más que Alemania tiene muy poco personal de enfermería. Los trabajadores cualificados del extranjero deben llenar este vacío. Agencias contratan personal en Brasil y Argentina.
Poco antes de que Alemania ya no permita la entrada de personas de fuera de la Unión Europea por causa del coronavirus, y de que Argentina también cierre sus fronteras, y mientras personas de todos los rincones del mundo intentan desesperadamente volver a casa con sus familias, Lorena Alejandra Yebara hace todo lo contrario. Con una enorme cuota de valentía, esta argentina de 26 años deja su amada ciudad natal de Córdoba y se embarca en un avión hacia Alemania en medio de la histeria mundial del coronavirus. Lorena quiere trabajar aquí en su profesión: la enfermería.
«Pensé que mi vuelo sería cancelado, y mi madre tampoco quería que yo volara. Pero ya estoy aquí», dice la joven argentina, actualmente en cuarentena en Düren. Ahora, aprovecha el tiempo para estudiar alemán en línea. A principios de semana el centro de formación de la empresa PersEU tuvo que cerrar, así que las clases de idiomas se realizan ahora por internet.
La compañía está buscando especialistas por encargo de las clínicas e instituciones de cuidado de ancianos alemanas. Anteriormente sólo en Europa, ahora cada vez más en América Latina.
Aventura Alemania
El perfil de Lorena Yebara es casi ideal en un país que finalmente parece entender la aguda crisis de la enfermería: enfermera con formación universitaria y un título homologable, muchos años de experiencia profesional, incluso en oncología, y sólo 26 años de edad, una edad en la que aprender alemán no es tan difícil.
«En realidad es una locura que esté aquí ahora, pero lo hice pensando en mi futuro personal y profesional», afirma Lorena. También en Argentina, el personal de enfermería está mal pagado, «además de que no es apreciado”, agrega.
Tan pronto como pase los exámenes de idioma empezará a trabajar en una clínica en Erftstadt. Pero en algún momento, la joven argentina quiere volver a su país de origen, «para transmitir toda la experiencia que adquiera aquí al personal sanitario de mi país».
La crisis del coronavirus evidencia la crisis de la enfermería alemana
Lorena Yebara podría aprender mucho de Nina Baumann, quien trabajó en el sector de la enfermería, ha administrado residencias de ancianos y ha estado colocando personal de enfermería en Alemania desde hace nueve años. No solo organiza cursos de idiomas para Lorena y los demás recién llegados, sino que también les ayuda a encontrar alojamiento, a reunirse con sus familias o a encontrar un lugar en un jardín de infancia o en una escuela para sus hijos.
Las cifras de la situación hospitalaria en Alemania son aterradoras: actualmente faltan casi 5.000 profesionales dela enfermería de cuidados intensivos, y de quienes trabajan en las salas de emergencia, una de cada tres piensa en abandonar su trabajo en los próximos cinco años. En todo el país ya hay una escasez de más de 100.000 enfermeros, y este número casi se duplicará en los próximos 15 años.
Alemania intensifica la búsqueda en América Latina
No es de extrañar que el Ministro Federal de Salud, Jens Spahn, volara incluso a México en septiembre pasado para motivar a los especialistas mexicanos a trabajar en Alemania. «Hasta hace dos años, la demanda se limitaba en gran medida a especialistas de la Unión Europea, pero suelen regresar a su país», dice Nina Baumann, «por lo que las clínicas e instalaciones prefieren a nacionales de países extracomunitarios.
Para PersEU, esto significa buscar principalmente en países como Argentina y Brasil. El personal tiene una alta cualificación, muy similar a la de España, y las estructuras de los hospitales son también comparables a las de Alemania.
Pero si no fuera por la burocracia alemana… miles de enfermeras extranjeras que ya están en Alemania no han recibido todavía el reconocimiento de las autoridades estatales. Especialistas altamente competentes que podrían ser desplegados inmediatamente, solo son empleados como aprendices. PersEU piensa que Alemania no sólo puede beneficiarse de las enfermeras de América Latina, sino también aprender mucho de ellas.
Cuando la crisis del coronavirus haya pasado, Alemania tendrá que aprender sus lecciones y sacar conclusiones, pide Nina Baumann: «Necesitamos mucho más personal de enfermería del extranjero».