Atletas de China piden perdón cuando ganan una medalla de plata
El equipo de tenis de mesa de dobles mixtos de China se disculpó entre lágrimas en la televisión pública de su país por haber ganado la medalla de plata. «Lo sentimos mucho. Creo que todo el equipo chino no puede aceptar este resultado», dijo el jugador Xu Xin, inclinándose delante de la cámara para pedir perdón.
Su compañera Liu Shiwen no pudo contener las lágrimas. «Siento que le he fallado al equipo», soltó tratando de lograr la indulgencia de sus compatriotas. No sirvió de nada porque la derrota en la final había sido contra Japón, con quien China comparte una historia turbulenta. «Habéis fallado a toda la nación», decía uno de los miles de comentarios críticos publicados en Weibo, el Twitter chino.
Otro perdón mucho más vehemente tuvieron que pedir Li Junhui y Liu Yuchen por perder la final de dobles masculino de bádminton ante Taiwan, la isla con una joven democracia que China considera una más de sus provincias.
En los Juegos Olímpicos participa con el nombre de Chinese Taipei. Las redes sociales chinas ardieron contra sus jugadores por la derrota cuando uno de los medallistas de oro taiwaneses, Wang Chi-Lin, escribió en Facebook «Soy de Taiwan» unas horas después de escuchar en el podio el himno chino.
Al menos, en tenis de mesa y en bádminton habían ganado la medalla de plata. Imaginen por lo que tuvo que pasar la tiradora Wang Luyao tras quedarse fuera de la final femenina de rifle de aire de 10 metros siendo una de las favoritas.
Fueron muchos los insultos que recibió en Weibo. Tanto que la maquinaria de vituperio de Pekín, acostumbrada a usar a sus soldados digitales para borrar las críticas al régimen, esta vez usó sus poderes de censura para eliminar muchos de los comentarios que atacaban a la atleta y sancionar a 33 usuarios sin poder publicar en la red social durante 180 días.
China envió a Tokio a la delegación más grande de la historia, representada por 413 atletas. Todos ellos aterrizaron después de escuchar el mensaje de Gou Zhongwen, presidente del Comité Olímpico Chino: «Debemos garantizar firmemente que ganaremos primero la medalla de oro».
No les está yendo mal en esta recta final de los Juegos. Al cierre de este reportaje, China había ganado 32 oros, superando los conseguidos en Río 2016 (26) cuando aún faltan muchas finales por disputar.
POLÉMICA CLASIFICACIÓN
En el medallero oficial, el del Comité Olímpico Internacional (COI), el gigante asiático aparece el primero porque el organismo ordena la clasificación dando preferencia a las medallas de oro.
Todos los países reproducen este criterio, salvo Estados Unidos. Grandes medios como el New York Times o la cadena NBC, sitúan a su país al frente de la tabla porque es el que más metales tiene en total (79), sin dar más importancia a las de oro que a las de plata o bronce. Muchas críticas han recibido por ese criterio. No sólo de China. La cadena estadounidense Fox Sports publicó un artículo describiendo «la extraña forma en que Estados Unidos está manipulando el medallero de Tokio».
China sigue sumando cada día nuevas medallas de oro y espera batir su récord de 48 en Pekín 2008.
En ciclismo en pista femenino, la pareja Bao Shanju y Zhong Tianshi rompió el récord mundial acabando en 31.895 segundos. En el podio, ambas atletas recogieron su oro con un pin del líder comunista Mao Zedong. El COI comunicó después que había iniciado una investigación porque «la Regla 50 de la Carta Olímpica que prohíbe las declaraciones políticas en el podio en los Juegos de Tokio y en los próximos Juegos de Invierno de Beijing 2022».
Los atletas chinos han ganado la medalla de oro en todas las categorías de halterofilia. En gimnasia, Zou Jingyuan ganó la final de barras paralelas, Liu Yang la prueba de anillas, Zhu Xueying en gimnasia en trampolín y Guan Chenchen la de barra de equilibrio femenina, donde Simone Biles se llevó el bronce. En natación, Wang Shun venció en los 200 metros estilos, terminando con 17 años de dominio estadounidense. Zhang Yufei, en la categoría masculina, los 200 metros mariposa. Hay que sumar un oro en remo, en vela, en esgrima, cuatro en tiro olímpico…
Para entender la máquina de oros en la que se ha convertido la segunda potencia mundial hay que mirar a un Estado que recluta cada año a miles niños para recibir entrenamiento a tiempo completo en más de 2.000 escuelas deportivas administradas por el gobierno.
Como explica un reportaje del New York Times, para maximizar la cosecha de oro, Pekín se ha centrado en deportes menos destacados que ofrecen múltiples opciones de medallas y que no cuentan con fondos suficientes en Occidente. Casi el 75% del oro olímpico ganado por China desde 1984 se concentra en seis deportes: tenis de mesa, tiro, clavados, bádminton, gimnasia y halterofilia.
Muchas de estas especialidades se encuentran en escuelas como la de Shichahai de Pekín, uno de los mayores centros de alto rendimiento de jóvenes atletas que llegan allí siendo niños para machacarse. En China llaman a este lugar la «cuna de los campeones».
Está ubicado en el centro de Pekín, en medio de bulliciosos restaurantes y residencias imperiales repletas de turistas. Cuando Pekín fue nombrada la anfitriona de los Juegos Olímpicos de 2008, el Gobierno del Partido Comunista Chino puso mucho dinero para potenciar centros como el de Shichahai con la intención de crear auténticas máquinas del deporte individual que compitieran con los atletas estadounidenses. Una inversión que, sólo basta con mirar el medallero de Tokio, les está dando resultado.
Fuente: elmundoes