A 24 de los más de 80 hipopótamos se les inyectó una sustancia química que causa infertilidad.
Según los ecologistas colombianos, los hipopótamos, que se consideran la manada más grande fuera de África, han suplantado a la fauna local.
En 1993, cuando las autoridades se apoderaron del rancho Hacienda Nápoles de Escobar, muchos de los animales encontrados en el predio se distribuyeron entre los zoológicos de Colombia. Sin embargo, según la bióloga colombiana Natalie Castelblanco, los hipopótamos eran logísticamente difíciles de transportar, por lo que las autoridades decidieron mantener a los animales en el rancho, «probablemente pensando que los animales morirían». Sin embargo, la población de hipopótamos solo ha aumentado debido a la falta de sus depredadores naturales en América del Sur.
Los científicos que estudian el impacto de los hipopótamos en el medioambiente han descubierto que los animales pueden influir en el ecosistema local de diversas formas. Entonces, los hipopótamos pueden desplazar especies nativas de animales que ya se encuentran en peligro de extinción, así como cambiar la composición química de las vías fluviales, lo que se convertiría en una catástrofe para los pescadores.