Cinco voluntarios de la entidad de Servicios de Asistencia Médica de Urgencias (SAMU), de España, que participaron por más de un mes en el país dando apoyando la parte médica, dieron testimonio de satisfacción de lo vivido en El Salvador, durante un mes que duró su estadía en apoyo en el combate contra la pandemia de COVID-19.
Una revista especializada de SAMU, publicó la experiencia de los especialistas médicos, en el que enumeran sus labores y misión dentro de el Hospital El Salvador, donde se centró su experiencia.
“Observamos que la calidad y cantidad de los recursos era la adecuada, pero sí existía posibilidad de optimizar la gestión de los mismos”, dice Alejandro Martín, uno de los voluntarios ibéricos.
Todos ellos coinciden en el “maravilloso” y “cariñoso” trato recibido por parte de la sociedad salvadoreña. “Nos han cuidado desde el primer momento” destaca Ignacio Pavón, otro voluntario, “la gente se paraba por la calle a saludarnos y los pacientes eran súper cariñosos y agradecidos”.
La publicación recoge que la entidad llevó a cabo durante su estancia en El Salvador un plan de formación asistencial, bioseguridad y planes para mejorar la organización de los profesionales sanitarios. De hecho, la formación se ha convertido en el mayor legado de la expedición al hospital salvadoreño.
También se llevaron a cabo la colaboración de acompañamiento a los profesionales del hospital, tanto a nivel de mandos intermedios, como a nivel sanitario a en el campo, trabajando con los profesionales locales codo con codo, cuanta la revista.
“Mi madre me llegó a decir que se sentía mucho más segura conmigo en El Salvador que si estuviera en Sevilla o en Mallorca, por toda la información que recibía” dice el profesional Roberto Millares.
A la pregunta de si repetirían la experiencia, todos responden al unísono con un sí. “Yo incluso me hubiera quedado más tiempo”, reconoce la enfermera María Martín.
“Mi madre me llegó a decir que se sentía mucho más segura conmigo en El Salvador que si estuviera en Sevilla o en Mallorca, por toda la información que recibía”, dice Roberto Millares, otro de los voluntarios españoles.