Un gran sismo redujo a escombros edificios y dejó varios muertos este sábado en el suroeste de Haití, provocando ondas perceptibles en toda la región del Caribe, donde las personas huyeron de sus hogares por temor a los derrumbes.
El sismo de magnitud 7,2, que fue seguido de una serie de réplicas, se produjo a 8 kilómetros de la ciudad de Petit Trou de Nippes, a unos 150 kilómetros al oeste de la capital, Puerto Príncipe, y con una profundidad de 10 kilómetros, dijo el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Eso hizo que el terremoto fuera potencialmente más grande y menos profundo que el de magnitud 7 que golpeó cerca de la capital hace 11 años. Ese evento provocó la muerte de decenas de miles de personas y destruyó muchos edificios, dejando a muchas personas sin hogar.
El terremoto, que ocurrió alrededor de las 08:30 hora local, golpeó más lejos de la capital. Sin embargo, en Puerto Príncipe se sintió con fuerza, aunque no pareció haber causado daños importantes, según testigos de Reuters, lo que significa que probablemente habrá menos muertes que el desastre de 2010. Una unidad de protección civil habló de al menos 29 fallecidos.
La ciudad grande más cercana fue Les Cayes, con una población de unos 126.000 habitantes, donde dos residentes dijeron a Reuters que un hotel importante y otros edificios se habían derrumbado.
“Presento mi más sentido pésame a los padres de las víctimas de este violento terremoto, que ha provocado la pérdida de varias vidas y daños materiales en varias provincias”, dijo en Twitter el primer ministro, Ariel Henry, en la primera confirmación oficial de víctimas mortales.
El USGS dijo que “es probable que haya un gran número de víctimas y es probable que el desastre sea generalizado“. Henry decretó el estado de emergencia durante un mes.
En Les Cayes, los lugareños dijeron que el agua había inundado brevemente la ciudad costera, causando pánico en medio del temor a un tsunami, pero luego pareció retroceder. Medios de comunicación haitianos informaron que algunas personas a lo largo de la costa ya habían huido a las montañas.
El Sistema de Alerta de Tsunamis de Estados Unidos emitió una advertencia de maremoto después del terremoto, pero la levantó poco después.
“Nunca un descanso”
El Gobierno está en crisis un mes después del asesinato del presidente Jovenel Moise, mientras partes del país enfrentan un hambre creciente y los servicios de salud se ven abrumados por Covid-19. El acceso a la región sur, donde ocurrió el terremoto, ha sido restringido por el control de las pandillas en áreas clave.
Esa región se había recuperado recientemente del huracán Matthew, que azotó en 2016, matando a cientos al causar una devastación generalizada. Haití se encuentra ahora en el cono de la tormenta tropical Grace, que podría traer fuertes lluvias a principios de la próxima semana.
“¡Este país nunca encuentra un descanso! Cada año de mala gestión no dolió, pero los efectos acumulativos nos hicieron vulnerables a todo”, dijo el empresario haitiano Marc Alain Boucicault en Twitter. “¡Va a tomar años arreglar las cosas y ni siquiera hemos comenzado!“.
En Puerto Príncipe, los residentes traumatizados por el terremoto de 2010 salieron gritando a las calles y permanecieron allí mientras continuaban las réplicas.
“En mi vecindario escuché a la gente gritar. Huían afuera”, dijo Pierre Louis, un residente de Sephora. “Al menos saben salir. En 2010, no sabían qué hacer. La gente todavía está afuera en la calle“, agregó.
El sismo se sintió hasta Cuba y Jamaica, aunque no hubo informes de daños materiales, muertos o heridos allí.
Bertha Portuondo, una vecina del reparto Antonio Maceo, de Santiago de Cuba, dijo que el sismo empezó débil pero cuando se sintió como un rugido intenso, comenzaron los balanceos más fuertes.
“Hasta la tapa del tanque de agua se me cayó de la mano de lo enérgico y dilatado del movimiento telúrico”, dijo Portuondo, citada por la estatal Agencia Cubana de Noticias (ACN).
El Centro Sismológico Europeo-Mediterráneo (EMSC) también informó un terremoto en la región, diciendo que fue de magnitud 7,6, mientras que el centro sismológico de Cuba dijo que registró una magnitud de 7,4.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, fue informado del sismo por sus asesores, dijo un funcionario de la Casa Blanca. El mandatario autorizó la respuesta inmediata de su país y nombró a Samantha Power -administradora de la ayuda humanitaria estadounidense- como coordinadora del esfuerzo, según el funcionario.