Presidente de Italia prorroga estado de excepción hasta Diciembre
Italia teme un otoño caliente, con el riesgo evidente de que empeore la crisis económica, mientras el viento de la pandemia sopla fuerte en algunos países, lo que ha obligado a Italia a prohibir el ingreso desde 13 países considerados de alto riesgo. De ahí que el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, empujado por el titular de Sanidad, Roberto Speranza, haya decidido prorrogar el estado de emergencia hasta diciembre.
El gobierno Conte decretó esa medida a final de enero para un periodo de seis meses, que se cumplen el 31 de julio. La prórroga del estado de emergencia no quiere decir que se pongan en práctica todas las medidas restrictivas. El gobierno obtendría una clara ventaja manteniendo el estado de emergencia: eso significaría poder utilizar la herramienta de los decretos ley para aprobar medidas urgentes sin pasar por el parlamento. El primer ministro, Giuseppe Conte, ha justificado este viernes la prórroga: «Razonablemente, se dan las condiciones para continuar la emergencia del coronavirus después del 31 de julio. El estado de emergencia significa mantener el virus bajo control. Aún no se ha decidido, pero razonablemente se irá en esta dirección», confirmó Conte.
Alarma social
La alarma social ha sido lanzada por la titular de Interior, Lucina Lamorgese, una ministra habitualmente muy prudente, que mide siempre sus palabras: «Existe un riesgo concreto de tensiones sociales en otoño», a consecuencia de la crisis económica ligada a la Covid-19, afirma. En declaraciones a la RAI, describió un panorama preocupante: «Veo negocios cerrados, ciudadanos que ni siquiera tienen la posibilidad de satisfacer sus necesidades diarias. El gobierno ha puesto en marcha todas las iniciativas necesarias para satisfacer estas necesidades, pero el riesgo es real».
En una circular enviada en abril a los delegados del gobierno, Lamorgese ya advertía: «A las dificultades de las empresas y los trabajadores, podrían ir acompañadas de graves tensiones sociales, con la aparición de brotes de carácter extremista». La situación ha empeorado y ahora la ministra del Interior precisa: «En septiembre y octubre, lamentablemente, veremos los resultados de este período de grave crisis económica que ha afectado a las empresas». La lectura que se hace de estas declaraciones de Luciana Lamorgese es que el gobierno debe actuar con más rapidez para evitar que empeore aún más la grave situación económica.
Mientras, el viento de la pandemia sigue soplando fuerte en algunos países, con más de 12 millones de casos en el mundo, lo que ha llevado al gobierno italiano a prohibir la entrada de ciudadanos que llegan de estos 13 países: Armenia, Bahrein, Bangladesh, Brasil, Bosnia y Herzegovina, Chile, Kuwait, Macedonia del Norte, Moldavia, Omán, Panamá, Perú y República Dominicana. Los vuelos directos e indirectos, que llegan y salen, también están prohibidos. El ministro del Interior, Roberto Speranza, justificó así la medida: «En el mundo, la pandemia se encuentra en su fase más aguda. No podemos anular los sacrificios realizados por los italianos en estos meses».