Los diputados de la Asamblea Legislativa, en su afán por boicotear todas las acciones que provienen del Ejecutivo, crearon una comisión especial para investigar las supuestas irregularidades en el combate a la pandemia del COVID-19, de la cual no lograron concluir nada concreto, nada más tratar de conseguir un poco de atención.
Ahora, a 14 días de las elecciones municipales y legislativas, en una apresurada carrera por lograr alguna ventaja que les permita seguir enriqueciéndose a costa del pueblo, ha quedado en evidencia que el único propósito de la “comisión especial” fue el de pedir la destitución del Ministro de Salud, Francisco Alabi, uno de los funcionarios más destacados del Gobierno.
La comisión, encabezada por el arenero Emilio Corea, quiere que el Presidente Bukele destituya al ministro Alabi, un funcionario que ha estado al frente de la pandemia del COVID-19 y liderando el Gabinete de Salud Ampliado que ha dado cumplimiento al mandato de salvaguardar la vida de los salvadoreños.
Es gracias a ese trabajo articulado y al compromiso que ha demostrado el ministro Alabi con la mejora del Sistema Nacional de Salud, deteriorado por la falta de interés de los anteriores gobiernos, que le ha dado al país el reconocimiento internacional en el manejo de la pandemia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el instituto australiano Lowy reconocieron los esfuerzos del Gobierno del Presidente Bukele para salvaguardar la vida de la población salvadoreña durante la pandemia y ahora, los diputados opositores quieren que el mandatario destituya al funcionario que ha contribuido a que las cifras de contagio de El Salvador sean de las más bajas de la región.
Con la petición de destitución, los diputados demuestran que el objetivo de las comisiones especiales que han creado desde que inició la gestión del Presidente Bukele es desestabilizar al Gobierno, ante los exitosos resultados, no solo en materia de salud, sino también en Seguridad y han llegado incluso, a pedir la destitución del Presidente de la República en una acción desesperada ya que todas las encuestas indican que tendrán que despedirse de sus curules de forma definitiva, después de los resultados del próximo 28 de febrero.
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