¿Cómo funciona el cine 4D?

También te decimos por qué tu iris sirve de identificación.

En un cine convencional, la película en la pantalla está en dos dimensiones. Sin embargo, cierto tratamiento a las imágenes y el uso de lentes especiales logra que lo que vemos parezca “salir” de la pantalla. Esto es el cine en 3D, que simula la visión tridimensional humana real al aumentar la ilusión de profundidad en las imágenes, lo cual nos hace sentir “dentro” de la película.

El cine en cuatro dimensiones o 4D llegó para ayudarnos a sumergirnos aún más. ¿Cómo funciona? Utiliza la tecnología de imagen del cine 3D junto con efectos físicos que suceden en la sala de manera sincronizada con la película. Los asientos, por ejemplo, tienen diferentes tipos de movilidad: se pueden inclinar, retumbar y dar tirones de un lado a otro. Cuentan con sistemas que generan otro tipo de efectos, como vibración u objetos que se mueven en el respaldo de los asientos.

Frente a los asientos se ubica una barra que contiene compresores dirigidos hacia la zona facial del espectador y que envían disparos de agua o aire. De acuerdo con Enrique Morales Azuara, gerente de nuevos proyectos de Coemmsa, empresa mexicana especializada en el manejo de proyección digital 3D y tecnología 4D, “en los últimos 15 años, las películas han cambiado enormemente la manera en que esti- mulan al espectador, incluso a través del olfato,
oído, tacto y vista”.
Toda esta tecnología combinada nos introduce a un nivel de inmersión sorprendente en las películas; aunque hoy en día existen alrededor de 30 salas de cine 4D en México, “se espera que solo en este año aumenten a casi 50”, asegura Morales Azuara.

¿Cómo funciona la identificación del iris?

Durante muchas décadas, la huella digital se ha utilizado para identificar o reconocer a un individuo. Más recientemente, la tecnología —unida a los estudios biométricos— ha permitido contar con métodos mucho más confiables que, en otro tiempo, se creían posibles solo en el mundo de la ciencia ficción. Hoy en día la identificación de una persona por medio de su iris se considera una de las técnicas más seguras.

Este tipo de reconocimiento se puede hacer gracias a que el iris es único e irrepetible, porque está conformado por más de 200 puntos característicos. Este patrón del iris, incluso, puede ser diferente entre el ojo izquierdo y el derecho de un mismo individuo.

Para realizar esta identificación biométrica se captura la imagen que forma el patrón de los 200 puntos del iris; esto se hace con ayuda de una luz infrarroja a una distancia determinada. Una vez tomada la muestra, se extraen las características biométricas del iris, se codifican y almacenan en una plantilla para su posterior comparación. Durante el proceso de identificación se coteja la plantilla “byte por byte”, explica Francisco González, director de tecnología de Biometría Aplicada.

Para la digitalización de la imagen del iris y su captura se requiere un dispositivo con sensor infrarrojo, que puede traspasar pupilentes o anteojos. El patrón del iris de cada persona se comienza a formar durante el tercer mes de gestación, pero es hasta los dos años de edad cuando se define. Algunas enfermedades, como el glaucoma o cataratas que manchan la córnea, son los únicos factores que pueden alterarlo.

La esclerótica -la parte blanca del ojo- también se utiliza como método de reconocimiento; en este caso, la identificación es por el patrón vascular. Las venas rojas, que se forman sobre ella y alrededor del iris, son captadas con luz normal en menos de un par de segundos. El patrón vascular de la retina es irrepetible, incluso entre gemelos también puede funcionar como método de identidad, aunque es un procedimiento muy complejo e invasivo.

¿Cuál es el rayo láser más potente?

Un rayo láser es, en su definición más sencilla, un haz de luz de un solo color que viaja en una misma dirección; su potencia puede medirse en watts. De acuerdo con información de la National Ignition Facility (NIF), desde que fue- ron inventados, en la década de 1960, la potencia de los rayos láser se ha incrementado significativamente: los primeros eran de 0.5 miliwatts. En la actualidad, instituciones como el Lawrence Livermore National Laboratory (LLNL) de Estados Unidos trabajan intensamente en la creación de rayos láser de muy alta intensidad para encender reacciones de fusión. El láser más potente que se ha logra- do crear hasta ahora generó un haz de 500 terawatts de potencia, es decir, alrededor de 500 billones de watts.