En esta ocasión les traemos una linda historia de cómo la adopción de peludos abandonados es una solución tanto para ellos como para muchos de nosotros. Los perritos abandonados sufren las tempestades del clima, la persecución, maltrato y el hambre. Tal es el caso de «Costilla y Adobada».
Estos dos perros de México estaban desolados en las calles de Toluca, hasta que conocieron a sus dueños los empleados de un local de comida ranchera que tuvieron la genial idea de darles un hogar.
No solo los alimentaron, sino que los hicieron parte del equipo de «Rancheros Sur», les colocaron unas pañoletas y les dieron su respectivo carnet.
Cada día los peludos Costilla y Adobada están en la entrada del restaurante buscando la atención de potenciales clientes para el lugar y por supuesto, recibiendo el cariño de todos por igual.
“Son perritos rescatados, cuando los veas salúdalos, son muy amigables con todos nuestros clientes y amigos”, reseñó Rancheros del Sur en su perfil de Facebook.
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